Los hijos son para el cielo

Ayer celebramos en casa la Primera Comunión de mi hijo Santi, el 5º de mis 6 hijos. Es un rubiejo de ojos azules, cariñoso y alegre que, como el resto de nuestros hijos, nos emocionan cada dia más a su padre y a mi.
Dios hace las cosas de una forma maravillosa. No hay mejor regalo para una mujer que el de ser madre. Llevar dentro de ti una vida nacida del amor, que poco a poco va creciendo, va "dejándose notar" en tu interior, es una experiencia dificil de explicar. Esa vida es tu vida, y tu vida ya no tiene sentido sin ella. Esa vida es tu alegría, tu razón de ser, tu motivo para levantarte cada día, para luchar cada día en medio de las dificultades. Esa vida es la Vida, el trocito que Dios ha puesto en ti para que lo cuides, para que Se lo cuides y vayas colaborando con El para que esa vida , poco a poco, vaya siendo de El y para El.
Y diréis: ¿qué tiene que ver esto con la Comunión de Santi? Pues mucho. Porque lo que viví ayer y he vivido con las otras 4  Comuniones de mis hijos es que en el momento en que Santi recibió a Jesús me sentí profundamente unida a  él, los dos unidos en Jesús, para siempre, unidos como cuando le llevaba dentro de mi.
La vida es maravillosa, Dios es maravilloso por permitir que unos pobres padres podamos compartir con El estas vidas pequeñas que van madurando con el tiempo por dentro y por fuera,  ... Y llegará un dia en que estaremos unidos para siempre, en el cielo, para siempre...
Los hijos son un regalo, los hijos son para el cielo....