domingo, 18 de agosto de 2013

¿Eres vasija agrietada?

"Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba todo el agua durante el camino del arroyo a la casa de su patrón. La agrietada llegaba con la mitad del agua.
Con el tiempo, la vasija rota, muy avergonzada le dijo a su amo:" !Siento mucho ser una vasija inútil al ir perdiendo el agua por el camino!..."
 Pero el aguador, mirándola con ternura, le dijo:
"¿Te has dado cuenta de que a lo largo del camino han crecido flores durante todo este tiempo? ¿Has observado que sólo han crecido en tu lado del camino?... Al fijarme en que estabas agrietada, sembré semillas de flores en la orilla del camino por donde pasabas y, con tu agua, fueron naciendo hermosas flores. Con ellas, todos los días, he podido recoger hermosas flores y ofrecérselas a mi Madre en su altar. SI NO FUERAS EXACTAMENTE COMO ERES, CON TODO LO BUENO  Y CON TUS DEFECTOS, NO HUBIERA SIDO POSIBLE ESTA BELLEZA".

Este cuentecillo popular tiene, para mi, varias lecturas, pero os destaco dos.
Una, la mirada hacia uno mismo. Cuando uno se siente y se sabe "vasija agrietada", creada asi, esa mirada hacia uno mismo es profunda, amable, serena, paciente, comprensiva.... Es un proceso largo de aceptación  que dura toda la vida el poder llegar a mirarse  de esta forma. Pero, cuando se va consiguiendo... !qué felicidad! Aunque "llueva", "truene", todo parezca que se tambalea a tu alrededor...si vamos consiguiendo que esa mirada gane partida, nuestro corazón permanecerá sereno, confiado, alegre,...
Otra lectura podría ser la mirada hacia los demás y, especialmente a los hijos, los que los tenemos. Esas personitas creadas por Dios, puestas bajo nuestro manto para que las cuidemos, guiemos y hagamos que un dia lleguen a ser personas adultas en todos los sentidos, merecen esta mirada. ¿Cómo es con ellos, entonces? Cada hijo es distinto: distinta carita, distinta sensibilidad antes las cosas, distinto carácter, distinto "nervio",.... distintos. Mirar a cada uno con esta conciencia, supone aceptarles como son y a cada uno individualmente, sin comparaciones, sin exigencias "en grupo"....
Respetar a cada uno como es, escuchar a cada uno en sus inquietudes y luchas individualmente, que noten que en ese instante de sus vidas, él es lo más importante; saber sacar de cada uno lo mejor de si mismo, ayudarles a descubrir para lo que han sido creados y, fundamental: QUE CADA HIJO SE SEPA VASIJA ROTA. Si, no somos perfectos (para eso está el cielo cuando lleguemos), pero somos infinitamente amados por el Creador de nuestras vasijas !!!! y esto todo lo cura....Somos vasijas rotas CREADAS PARA GRANDES COSAS, cada uno, todos.

Yo soy y me siento vasija agrietada, pero amada profundamente... ¿y tú?... Si es así,¡ enhorabuena!!

Cristina

2 comentarios:

  1. pedro rodriguez camaño18 de agosto de 2013, 5:10

    Otro gran post, Cristina. Gracias de nuevo !!

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti, Pedro, por estar ahí siempre. Un abrazo

    ResponderEliminar